martes, 10 de abril de 2012

¿Qué soñamos?

Ya hemos explicado que todos soñamos. Entonces, ¿por qué no todos somos conscientes de ello?
Los sueños suelen basarse en nuestras vivencias diarias, deseos, preocupaciones o miedos, adornados con metáforas visuales y auditivas, y son manifestaciones de nuestro subconsciente. Por lo tanto, no recordarlos puede deberse a que los censuramos automáticamente por considerarlos obscenos o inmorales. Si solemos reprimirnos en la vigilia, es más probable que ocurra esto al despertarnos.
Otra veces los sueños son olvidados porque nos levantamos (y vivimos) demasiado deprisa, sin tiempo para recapacitar sobre nosotros mismos.
Los que recuerdan sus sueños suelen tener mejor opinión de sí mismos que quienes no lo hacen.
Los niños suelen recordar la mayoría de los sueños porque no tienen problemas ni prisa y no se reprimen. Además saben cómo soñar lo que desean y moverse dentro del mundo onírico a sus anchas.
Ésta es otra capacidad que perdemos al crecer, la de manipular nuestros sueños, una actividad muy divertida y barata. Los adultos que son conscientes de sus sueños y deciden qué hacer en ellos son llamados onironautas. Normalmente este colectivo utiliza los sueños para divertirse, igual que el cine, o el teatro, o como inspiración literaria. Éste es el caso de grandes escritores como Mary Shelley, Robert Louis Stevenson, William Shakespeare o Stephen King. No es sorprendente que la gente que se dedica a tareas creativas tenga más facilidad para recordar los sueños.
En algunas pseudociencias creen que estos sueños no son tales, sino viajes astrales. Aquí nos vemos obligados a desmentirlo, es sólo una función fascinante del cerebro.




1 comentario:

  1. Me gustaria saber algún trucu para recordar los sueñoa o para soñar lo que quiera.

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